miércoles, 21 de julio de 2010


Sensor de proximidad


Ejemplo de un Diagrama de bloques del Sensor de Proximidad por Infrarrojos.
El sensor de proximidad es un transductor que detecta objetos o señales que se encuentran cerca del elemento sensor.
Existen varios tipos de sensores de proximidad según el principio físico que utilizan. Los más comunes son los interruptores de posición, los detectores capacitivos, los inductivos y los fotoeléctricos, como el de infrarrojos. En nuestro caso sólo analizaremos los infrarrojos que son los más comunes usados en los vehículos, también cabe anotar que vamos a buscar un automóvil, aparte del escogido, que tiene estos sensores tanto en la parte de adelante como atrás, que es lo más común.

INFRARROJO
El receptor de rayos infrarrojos suele ser un fototransistor o un fotodiodo. El circuito de salida utiliza la señal del receptor para amplificarla y adaptarla a una salida que el sistema pueda entender. La señal enviada por el emisor puede ser codificada para distinguirla de otra y así identificar varios sensores a la vez. Esto es muy utilizado en la robótica en casos en que se necesita tener más de un emisor infrarrojo y solo se quiera tener un receptor.
OTROS CONCEPTOS
Sensor infrarrojo de proximidad para vehículo, adicional a conjunto de emisor infrarrojo y receptor ídem con circuito transformador y modulador de corriente eléctrica caracterizado por derivación en paralelo de conjuntos adicionales a led emisor y receptor únicamente, emisor y receptor orientan su eje óptico en función del área de enfoque y trabajo según ejes próximos y paralelos pero en sentido contrario uno al lado del otro estando ambos solidarizados en una estructura común produciéndose la emisión paralelamente al piso y en dirección opuesta a la ubicación del automotor, cada conjunto emisor receptor se posiciona debajo de borde exterior lateral de cada lado del automotor y debajo del extremo inferior trasero de dicho automotor, cada conjunto dispone igualmente de cobertura y protección antibarro y antiagua.

SENSORES DE REVERSA MITSUBISHI NATIVA


Es un verdadero utilitario con 4x4 manual y bajo, motor de 3.2, 163 caballos, turbocargado. Sin escatimar en lujo, es un verdadero trochero de muy buen rendimiento pues logra 39 kilómetros por galón.



Mitsubishi Nativa Diesel
La invasión de los SUV, utilitarios deportivos, muchos de los cuales ofrecen tracción en las cuatro ruedas, ha distraído un poco la atención del consumidor que no suele distinguir fácilmente, al menos en las fichas técnicas y en el uso urbano, lo que es una camioneta con facilidades para pasos malucos con un verdadero
campero con todos los juguetes para la vida fuera de carretera.

Esa distinción la repasamos y vivimos durante los kilómetros que recorrimos en la nueva Mitsubishi Nativa de diesel, quees un campero de lujo en todo el sentido de la palabra y la función. Si bien ahora por fuera por los SUV y los pura raza poco se distinguen, basta con sentarse en los mandos para palpar la diferencia. La primera es la presencia de palancas para operar las dos opciones de tracción, solo trasera que es la usual, o en las cuatro ruedas. Y la segunda y el bajo, que es el reductor de relaciones para situaciones de uso extremo.

También en la manera de andar se percibe el cambio de actitud de las suspensiones y el chasís. El resortado es mucho más firme que el de una SUV típica y comparable como por ejemplo con la Outlander de la misma casa. No salta ni es molesta ni inconfortable pero claramente la sensación que trasmite es la de
un vehículo que irá perfectamente en la trocha.

Igualmente la dirección es algo más lenta pues necesita más giro del timón pero compensa con un muy buen radio de viraje que permite maniobrarla sin problemas en los estacionamientos,momento en el cual son claves las ayudas como los sensores de proximidad que vienen instalados desde la fábrica. Vale citar que los espejos exteriores son enormes y muy generosos en su radio de acción, además de que se pueden replegar eléctricamente en sitios estrechos.

Para completar el concepto de aparato de trabajo, el motor es de diesel y es por ahora la versión que se ofrece, con caja de cinco velocidades manual o de cuatro automática. Se trata de un 4 cilindros en línea, 3.2 litros, 16 válvulas, doble eje de levas en la cabeza y riel común para el envío de combustible a la inyección directa que es regulada por un computador.

Resultado de todos estos fierros de punta son 163 caballos de potencia, con una dosis extrema de torque como corresponde en un diesel: 343 Nm desde las 2.000 rpm.

En la vida real, la máquina es suficiente para mover la masa de dos toneladas que va sobre las cuatro ruedas 265/70 R16. La aceleración no es escalofriante pero suficiente y hay que saber aprovechar el perfil de la curva de potencia de estos motores en los cuales no paga quedarse con el acelerador a fondo esperando
que se agote el tacómetro, que para cerca de las 4.200 rpm. Rinde más cambiando a media gama para caer en la gama de inflado del turbo. Manejada así, la Nativa fondea muy bien en velocidad y, obviamente, no tiene problemas de ninguna especie en ascensos gracias a que el motor siempre arranca bien desde las bajas rpm.

En estabilidad y frenado, estos vehículos cada vez se alejan más de los vicios de manejo y son totalmente predecibles y llevaderos a cualquier velocidad y condición. Frena perfecto, con un sistema de
discos-tambores con ABS y asistencia electrónica y la tracción también es muy bien controlada por un diferencial de deslizamiento
limitado que, además, interactúa con el ABS. Nos sorprendió el estupendo servicio de las exploradoras que no están por adorno

El consumo es de 39,1 kilómetros por galón en condiciones de carretera de topografía mixta y debe esperarse una cifra similar en la ciudad, lo cual pasa a ser su gran atractivo y la explicación de la tendencia casi total de los clientes que optan ahora por el motor de diesel.

Grande, espaciosa, con tres filas de asientos, acabados en cuero y todo con una confección de alta factura como corresponde a una
Mitsubishi, la Nativa compite directamente con la Toyota Fortuner y
la Pathfinder de Nissan. El rango de precios es de 123 millones de pesos con caja manual y 126 con la piñonería automática.
Infortunadamente, la época del cambio favorable con el dólar y los precios más alcanzables ya no está del lado de los compradores.

Con la Outlander como alternativa para quien no requiere todo el sistema 4x4, Mitsubishi tiene la respuesta perfecta para los dos perfiles de clientela de estas grandes camionetas y la Nativa en sus cortos meses de exposición en vitrinas ha mostrado una estupenda aceptación lo cual quiere decir que mientras más selectivos sean los compradores más exacta debe ser la respuesta de los vehículos, como es este caso.